Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

El fotógrafo Charlie Engman utiliza inteligencia artificial para crear imágenes perturbadoras que desafían nuestra percepción de la realidad, capturadas en su nuevo libro "Cursed".

El 8 de mayo en Brooklyn, Nueva York, el fotógrafo y director Charlie Engman presentó una fascinante fusión de arte y tecnología en su último proyecto. Utilizando el programa de inteligencia artificial Midjourney, Engman explora los límites de la representación humana a través de imágenes que destacan por sus errores anatómicos, como dedos extra o dientes de más, señales claras de su origen artificial.

En una reciente entrevista con CNN, Engman compartió su visión sobre el uso de la IA en el arte. Según él, estas herramientas ofrecen una nueva perspectiva sobre lo que consideramos real y bello, permitiendo a los artistas explorar temas de identidad y emoción de maneras completamente nuevas. Su libro "Cursed" es un testimonio de esta exploración, donde lo real y lo distorsionado se entrelazan creando un efecto tanto familiar como extraño.

El trabajo de Engman no solo se centra en la estética de lo perturbador, sino también en cómo la IA, al estar desconectada del mundo físico, puede reproducir y distorsionar la realidad de formas únicas. Esto plantea preguntas sobre la autenticidad y la interpretación en la era digital, desafiando a los espectadores a reconsiderar lo que ven.

La obra de Engman, en última instancia, demuestra cómo la inteligencia artificial, a pesar de sus imperfecciones en la representación del cuerpo humano, puede ser una herramienta poderosa en el mundo del arte. A través de sus imágenes inquietantes y distorsionadas, revela no solo los límites de la tecnología sino también su potencial para cuestionar nuestra percepción de lo real y explorar nuevas formas de belleza y expresión en el arte contemporáneo.