Por: Miguel Angel Trujillo

En Colombia, los conductores que ignoren el paso de peatones en zonas señalizadas enfrentan multas superiores a $600.000. Esta medida busca reducir los accidentes y proteger a los usuarios más vulnerables de las vías.

El respeto por el paso de los peatones no es solo una muestra de cortesía, sino una obligación legal en Colombia. El Código Nacional de Tránsito, mediante la infracción C32, estipula una multa que supera los $600.000 para los conductores que no den prelación a los peatones en cruces autorizados. Esta sanción equivale a más de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes y es parte de un esfuerzo por disminuir los incidentes viales que, en 2025, ya han cobrado numerosas vidas.

La ley ofrece una oportunidad para que los infractores reduzcan la sanción económica participando en un curso pedagógico ofrecido por los Centros Integrales de Atención (CIA). Si el curso se realiza dentro de los primeros cinco días hábiles tras recibir el comparendo, el conductor puede beneficiarse de un descuento del 50%. Si se efectúa entre el sexto y el vigésimo día, el descuento será del 25%.

Además de la multa económica, no ceder el paso a los peatones puede acarrear consecuencias más graves como la inmovilización del vehículo, la pérdida de puntos en la licencia de conducción y posibles sanciones judiciales en caso de accidentes. Este tipo de comportamientos también deteriora la relación entre conductores y ciudadanos, generando un ambiente de tensión y falta de respeto en las vías.

Es crucial que los conductores adopten medidas preventivas como reducir la velocidad en zonas escolares, pasos peatonales y cruces señalizados para evitar sanciones y, más importante aún, para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía. La responsabilidad al volante es fundamental para construir una sociedad más respetuosa y segura.