Por: Juan Manuel Esquivel Gutierrez

Explosiones, asesinatos y hostigamientos marcan una escalada de violencia sin precedentes en el Cauca y Valle del Cauca, dejando un saldo de un muerto y varios heridos. La fuerza pública responde, pero la tensión es palpable.

Una ola de violencia azota el suroccidente colombiano, dejando un rastro de muerte y destrucción en departamentos como el Cauca y el Valle del Cauca. Ataques con explosivos, asesinatos selectivos y hostigamientos a la fuerza pública han generado una profunda preocupación entre la población y las autoridades. La situación se agrava por la presencia confirmada de grupos armados ilegales.


El hecho más reciente y brutal ocurrió en Caloto, Cauca, donde un francotirador asesinó a un policía en medio de lo que se conoce como un "plan pistola". Estos ataques se suman a una serie de eventos similares en municipios como Corinto, Toribío, Timbiquí, Buenos Aires, Jamundí y Buenaventura. Cali también ha sido duramente golpeada, con tres explosiones simultáneas dejando un saldo lamentable.


Las autoridades han confirmado el uso de carros bomba, granadas y otros artefactos explosivos en estos ataques. En Cali, la Alcaldía hizo un llamado a la calma y pidió a la ciudadanía no difundir información no verificada. En otros municipios, como Palmira y Jamundí, se lograron desactivar artefactos explosivos antes de su detonación, evitando una tragedia mayor. La fuerza pública ha reforzado su presencia en las zonas afectadas, llevando a cabo investigaciones para capturar a los responsables.


La escalada de violencia en el suroccidente colombiano evidencia la capacidad operativa de los grupos armados ilegales y la fragilidad de la seguridad en la región. La presencia de narcoterroristas de las FARC en la vía a Corinto acrecienta la gravedad de la situación. La respuesta articulada de las autoridades, junto con la colaboración ciudadana y una información responsable, resultan cruciales para enfrentar esta crisis y evitar que se extienda a otras regiones del país. Se teme un aumento en la tensión social y un incremento de la violencia si no se toman medidas contundentes.