Por: karol Yulieth Lopéz león

Un informe oficial revela graves irregularidades en adopciones internacionales realizadas por Suecia, principalmente desde Colombia y Chile, llevando al gobierno a evaluar la prohibición de futuras adopciones con esos países. El escándalo involucra documentos falsos y la falta de consentimiento informado.

El lunes pasado, Suecia presentó un informe que detalla décadas de adopciones internacionales irregulares, afectando a numerosos niños y familias. La investigación, impulsada por denuncias de adoptados y activistas, ha causado conmoción nacional e internacional. El gobierno sueco considera drásticas medidas para evitar futuras irregularidades.


Durante décadas, Suecia facilitó adopciones internacionales con países latinoamericanos, principalmente Colombia y Chile. Este proceso, aparentemente legal, ocultó una red de irregularidades que se extendieron por años. La falta de supervisión adecuada y la laxitud en los controles permitieron que se cometieran estas graves violaciones de derechos humanos.


La relatora del informe, Anna Singer, declaró que "se encontraron numerosos casos con documentos falsos, falta de consentimiento de los padres biológicos e incluso la venta de niños". La activista Lisa Gauffin Dahlin, adoptada desde Colombia, añadió: "Es vital que se haga justicia y se proteja a los niños de futuras explotaciones". Muchos afectados esperan respuestas y compensaciones justas.


Las irregularidades se produjeron a través de agencias de adopción y funcionarios corruptos, tanto en Suecia como en los países de origen. Se presume que se falsificaron documentos legales, se omitieron trámites esenciales y se presionó a familias vulnerables para entregar a sus hijos. La investigación continúa para esclarecer la magnitud del problema y determinar responsabilidades.


La revelación de este escándalo ha generado un debate nacional en Suecia sobre la ética y legalidad de las adopciones internacionales. La posibilidad de una prohibición de adopciones desde Colombia y otros países involucrados se presenta como una medida drástica, pero necesaria para proteger los derechos de los niños y prevenir que estas prácticas se repitan. El futuro de las adopciones internacionales en Suecia pende de un hilo.