Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Cartagena de Indias se prepara para una edición histórica del Concurso Nacional de Belleza, que en 2025 cumple 91 años. Este certamen exalta la mujer colombiana, cultura y resalta la diversidad del país.

Cartagena de Indias se engalana una vez más para ser el epicentro de la belleza nacional con la celebración del Concurso Nacional de Belleza (CNB). Este emblemático certamen, que en 2025 alcanzará sus 91 años de existencia, se ha consolidado como un pilar fundamental de la tradición cultural colombiana. Desde su creación en 1934, ha trascendido la mera competencia estética para convertirse en un reflejo del encanto y la historia del país. Su impacto se extiende al ámbito social, turístico y mediático, reafirmando su relevancia cada año.

A lo largo de las décadas, mujeres de todos los departamentos han llegado a Cartagena con el sueño de obtener la corona de Señorita Colombia. Este título no solo simboliza la elegancia, sino que también es una plataforma de liderazgo social y vocería femenina. Muchas ganadoras han representado al país con distinción en concursos mundiales, elevando la imagen de Colombia en la arena internacional. Se han convertido en referentes culturales y sociales, dejando una huella imborrable más allá de nuestras fronteras.

El CNB ha evolucionado y se ha arraigado profundamente como un símbolo de identidad nacional. Cada edición es una muestra de la riqueza cultural y la diversidad de Colombia, celebrando no solo la belleza física sino también el talento y el compromiso social de sus participantes. Las aspirantes se involucran en causas comunitarias, utilizando su plataforma para generar un impacto positivo. Este certamen es un espacio donde la tradición se une con la modernidad para resaltar lo mejor de la mujer colombiana.

Pese a la rica historia del concurso, el departamento del Huila sigue persiguiendo su primera corona nacional, un anhelo que se renueva con cada candidata. Las representantes huilenses han destacado por su preparación, carisma y compromiso, manteniendo viva la esperanza de conquistar el codiciado título. Esta edición histórica vuelve a concentrar la mirada del país, celebrando la convergencia de tradición, diversidad y orgullo nacional. Con 91 años, el CNB permanece como un escenario vibrante donde cada región sueña con la victoria.