Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Graves acusaciones de explotación laboral en la cadena de supermercados D1 sacuden al país tras un reportaje de Señal Colombia. El Ministerio del Trabajo abrió una investigación, mientras la empresa niega las acusaciones.

El programa "Señal Investigativa" denunció presuntos regímenes laborales ilegales en Tiendas D1, a pesar de sus altas ganancias. El Ministro del Trabajo intervino, mientras D1 rechaza las acusaciones y afirma su cumplimiento normativo.

El escándalo comenzó con la emisión de un reportaje en el programa "Señal Investigativa" de Señal Colombia, días antes del 3 de junio de 2025. Este reportaje presentó denuncias sobre posibles prácticas laborales ilegales e inmorales dentro de la cadena de supermercados D1, generando un debate nacional que rápidamente se extendió a las redes sociales. La gravedad del asunto radica en la magnitud de la empresa y su impacto en el mercado laboral colombiano.

El Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, calificó la situación como "grave" y ordenó una investigación inmediata. Sanguino enfatizó el contraste entre las enormes utilidades de D1 (más de $373.000 millones en 2024) y las presuntas condiciones laborales de sus más de 24.600 empleados directos. La respuesta oficial de Tiendas D1, emitida el 3 de junio, rechazó categóricamente las acusaciones, asegurando el cumplimiento de la legislación laboral y manifestando su disposición a colaborar con la investigación.

Las denuncias se centran en la posible existencia de contratos irregulares, jornadas excesivas y falta de garantías laborales para los trabajadores de D1. A pesar del comunicado oficial de la empresa, la investigación del Ministerio del Trabajo será crucial para determinar la veracidad de las acusaciones y esclarecer las condiciones laborales reales dentro de la compañía. La falta de testimonios públicos individuales de los trabajadores, hasta el momento, dificulta la comprobación inmediata de las denuncias.

Este caso pone de manifiesto la creciente tensión entre el crecimiento empresarial y la responsabilidad social en Colombia. El desarrollo de la investigación determinará si se trata de una crisis de imagen, una problemática estructural en el modelo de negocio de D1, o simplemente acusaciones infundadas. Independientemente del resultado, el caso D1 impulsa un debate crucial sobre la transparencia empresarial, la protección laboral y la necesidad de un diálogo constructivo entre el Estado, las empresas y los trabajadores. La alta informalidad laboral en Colombia exige una mayor vigilancia y un fortalecimiento de los mecanismos de control.