Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

El presidente Gustavo Petro anunció que presentará una nueva consulta popular, centrada en la reducción del precio de los medicamentos y el papel del Estado en su producción y compra.

El mandatario colombiano reveló esta iniciativa tras el rechazo de una propuesta anterior por parte del Senado, en una votación que ha sido objeto de controversia. La nueva pregunta busca la opinión ciudadana sobre si el Estado debe tener un rol más activo en la gestión de los medicamentos esenciales. El anuncio se produce en un contexto de tensión política, donde el presidente ha criticado abiertamente a Efraín Cepeda, presidente del Senado, acusándolo de liderar un "fraude" durante la votación previa.

En una declaración en la red social X, Petro expresó su descontento con la decisión del Senado, que con 49 votos en contra y 47 a favor, negó la realización de la consulta anterior. La acusación de fraude se centra en la supuesta manipulación durante el proceso de votación, que también incluyó la resurrección de una reforma laboral previamente descartada. El presidente señaló directamente a Cepeda, describiéndolo como un obstáculo para la democracia.

Además de anunciar la nueva consulta, Petro ha hecho un llamado a los ciudadanos para que se organicen en cabildos populares. Estos foros, aunque no tienen un efecto legal directo, sirven como una herramienta para aumentar la presión social y política sobre temas específicos. Esta estrategia busca fortalecer la participación ciudadana frente a lo que el gobierno percibe como bloqueos institucionales.

La situación invita a una reflexión sobre el papel de la democracia directa en Colombia y las tensiones entre el ejecutivo y el legislativo. La instrucción del presidente a la fuerza pública de abstenerse de usar la fuerza en posibles manifestaciones subraya la potencial gravedad del descontento popular. Con la nueva consulta, Petro no solo busca cambiar la política de medicamentos, sino también fortalecer su posición frente a un Senado que ha demostrado ser un formidable adversario.