Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Menores siguen siendo reclutados en Colombia, revela un informe de la JEP, destacando el uso de redes sociales para captar jóvenes en el Huila.

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha emitido una alerta sobre el incremento del reclutamiento forzado de menores en Colombia, un fenómeno que persiste y se transforma a pesar del Acuerdo de Paz firmado en 2016. Según el informe, desde la firma del acuerdo hasta abril de 2025, al menos 1.494 niños han sido forzados a unirse a grupos armados ilegales. Huila es uno de los departamentos más afectados, donde el acceso a internet en zonas rurales facilita el alcance de estos grupos a los jóvenes.

La Unidad de Investigación y Acusación de la JEP ha identificado que las disidencias de las FARC-EP, especialmente bajo el liderazgo de 'Iván Mordisco', continúan empleando tácticas de reclutamiento. Estos grupos han adaptado sus estrategias al entorno digital, utilizando plataformas como TikTok, Facebook e Instagram para atraer a los jóvenes mediante contenidos que glamurizan la vida armada.

El reclutamiento no solo implica la participación directa en actos de violencia, sino también una captación simbólica a través de las redes sociales. Los contenidos analizados por la JEP muestran cómo se exalta la violencia y el poder, creando una identificación emocional con los grupos armados. Esto no solo aumenta el riesgo de reclutamiento, sino que también debilita los lazos comunitarios y normaliza la violencia como un medio de ascenso social.

La JEP ha exhortado al Gobierno Nacional a intensificar las medidas de contención, especialmente en Huila, Cauca y Nariño. Además, ha destacado la importancia de campañas educativas que ofrezcan alternativas a los discursos de poder y violencia. En Huila, líderes comunitarios y juveniles demandan más inversión en educación y programas culturales que ofrezcan verdaderas oportunidades y alternativas a la vida armada.

Este panorama desafiante subraya la urgencia de proteger a los menores y fortalecer las comunidades afectadas por el conflicto. La persistencia del reclutamiento forzado no solo viola las garantías del Acuerdo de Paz, sino que también compromete el futuro de Colombia, manteniendo abiertas las heridas del conflicto y desafiando los esfuerzos por una paz duradera.