Por: Katherine Cruz

Un tiroteo en un bar de Anaconda, Montana, dejó cuatro víctimas fatales. El principal sospechoso huyó de la escena, al parecer residía al lado del lugar de los hechos.

A las 10:30 PM hora local, se desató la violencia en un establecimiento nocturno de la ciudad minera. El suceso conmocionó a la pacífica comunidad de Anaconda, dejando un saldo de cuatro fallecidos aún sin identificar. La Oficina de Investigación Criminal (DCI) ha solicitado la colaboración ciudadana para dar con el paradero del sospechoso.

El incidente ocurrió en un bar local, cuyo nombre aún no se ha revelado por respeto a los fallecidos y a sus familias. Testigos presenciales han descrito escenas de caos y terror, aunque los detalles precisos permanecen bajo investigación. Se espera que las autoridades publiquen un comunicado oficial próximamente, brindando más información sobre el suceso.

La Oficina del Sheriff del Condado de Deer Lodge y la DCI han desplegado un amplio operativo para capturar a Michael Paul Brown, quien reside cerca del establecimiento donde se perpetró el tiroteo. La DCI ha emitido un comunicado afirmando que "se cree que está armado y es peligroso", instando a la población a no acercarse y a contactar a las autoridades si se lo avista. El Gobernador Greg Gianforte ha expresado sus condolencias y asegurado que se está colaborando plenamente en la investigación.

El tiroteo en Anaconda resalta, una vez más, la problemática de la violencia armada en Estados Unidos. Si bien las causas aún no se han determinado completamente, el suceso deja tras de sí una profunda tristeza en la comunidad y una pregunta inquietante sobre la seguridad en los espacios públicos. La investigación determinará el móvil del crimen y sentará las bases para abordar las problemáticas subyacentes a estos actos de violencia. Con más de 250 tiroteos masivos registrados este año en el país, la necesidad de un debate nacional sobre el control de armas se vuelve cada vez más apremiante.